Alberto Meira pasó el fin de semana ingresado en el Hospital de
Fátima tras el accidente sufrido en la tercera especial de As Neves del
Rallye Rías Baixas cuando lideraba la carrera. El parte médico indicaba
que el de Vincios sufría una "contusión torácica" sin fractura, pero el
piloto indicaba ayer que "la noche la pasé fatal, con mucho dolor. Me
hicieron una resonancia y dicen que aparentemente no hay nada roto, pero
yo creo que una fisura o algo debo tener porque me toco las costillas y
me duele muchísimo", explicaba ayer desde el centro hospitalario.
Meira
permanecerá ingresado por lo menos hasta hoy, cuando vuelva a ser
revisado por el médico. "El médico ya me dirá porque si paso esta noche
como la de ayer (por el sábado). Me dieron cuatro calmantes y al final,
tenía un dolor que me moría y tuvieron que pincharme", relata.
El
piloto de Vincios tiene muy claro a qué se debió su accidente: "Así como
el año pasado fue un error mío, este año no sabemos si fue un gracioso o
varios que echaron grava en la curva porque nadie lo teníamos anotado,
ni Vallejo ni nosotros, ni nadie. El primero que pasase tenía el 99 por
ciento de probabilidades de darse una torta buena". Meira insiste en que
la grava de la curva provocó el vuelco de su Mitsubishi Lancer Evo X.
"Nos extraña que pasase la caravana de seguridad y no la viese; dijeron
que ellos no vieron nada. Por eso pensamos que, como después de la
caravana los coches aún tardan en pasar quince minutos, igual algún
gracioso la echara, pero eso ya no se puede saber", se lamenta.
Por
suerte, su copiloto Álvaro Bañobre apenas sufrió daños. "Como el golpe
fue de mi lado, está algo dolorido también pero no tiene nada serio". El
piloto recuerda que "dimos el golpe lateral, volcamos y volvimos a caer
con el coche derecho, yo intenté aparcarlo porque sabía que el golpe
era considerable y ya vi que el coche no se movía. Con la misma, al
desatarme ya bajé del coche y ya noté que tenía un fuerte dolor en el
costado; intenté parar a Sergio (Vallejo) y ya me agaché varias veces
porque no aguantaba. Me tuve que tumbar hasta que vino la ambulancia",
relata.
Este es uno de los accidentes más graves que recuerda
haber tenido en competición: "Alguno tuvimos también fuerte en la
Comarca de Ulloa, pero este fue en el que más daño me hice. Supongo que
los traumatismos torácicos llevan su tiempo porque son dolorosos pero no
hay más peligro que eso".
A Meira le queda la pena de saber qué
hubiera pasado si no se llega a salir en el tramo de As Neves. "Tal y
como estábamos concentrados y como estábamos actuando teníamos bastantes
opciones de ganar; el parcial que teníamos en ese tramo lo estábamos
ganando por bastante margen, pero es lo que pasa en las carreras. Hay
pequeños imprevistos. Al ritmo que se va cualquier gracioso o cualquier
variación que haya en el recorrido se puede transformar en un accidente
serio", advierte, mientras insiste en que "o hubo error ninguno de
conducción. La curva estaba para tomar tal como hicimos y nos la
encontramos llena de grava, cuando en los entrenamientos no estaba".
Ahora
solo piensa en recuperarse. "En principio toca recuperarme y luego
reparar el coche con calma. Después ya veremos qué hacemos el resto de
la temporada. Haremos lo que nos apetezca para terminar el campeonato y
sin más, ya pensaremos luego en el año que viene".